La pereza es el último de los pecados Capitales, significa estar desganados no por causas físicas ni psíquicas o del alma, sino como un estilo de vida. La virtud opuesta es la diligencia, es el hacer cosas en bien de los otros constantemente, exactamente lo opuesto al pecado Capital. Señor te ruego para que no sea peresozo y actúe con presteza en ayuda a mis semejantes. Gracias Señor Jesús y Gracias María Santísima.
ADRIÁN PRUNOTTO
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