Para nosotros el corazón es el centro de la vida afectiva, mientras que para los hebreos el corazón, y a éste se refería Jesús, cuando hablaba, es el centro de la vida volitiva, de los sentimientos y de la razón. Es importante tener en cuenta esto cuando leemos la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento.
El Corazón del hombre, es lleno de dobleces pero a los hombres los engañamos con adulaciones, y en cuanto a la relación con Dios, a Él no lo podemos engañar, porque Él sabe lo que hay en el corazón de cada hombre. Es necesario hacer de carne nuestro corazón de piedra, a ésto lo dijo Jesús, sólo con un corazón de carne, se puede tratar con Dios y nuestros hermanos. Amén.
Adrián Prunotto
rogamos a Nuestro señor para que reine el amor y la paz en nuestros corazones.muy bonita la reflexion
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