La limosna es humildad, el que no da limosna no es humilde. La limosna consiste en dar algo de dinero a un necesitado, a la Iglesia en cada Misa y mientras más nos duela la limosna, más humildes somos.
En realidad la perfección según Jesús Nuestro Señor, es regalar todo lo que tenemos y dárselo a los pobres, todavía yo no he llegado a ese grado de humildad. O sino en el Evangelio la ofrenda de la viuda pobre, que dió "todo" y repito todo, lo que tenía para el Templo de Jerusalén.
Hermanos no nos olvidemos que Dios Padre, quiere que seamos Santos y para serlo la primera condición es ser humildes,¿Hasta dónde llega nuestra limosma?¿Hasta donde llega nuestra Santidad?
Reflexionemos bien estas palabras, se juega nuestra Vida Futura en ello. Amén.
ADRIÁN PRUNOTTO
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