La Consolación

Primero que nada hay que decir, que es un fruto del Espíritu Santo. Leer la Sagrada Escritura es fuente de consuelo. Dios nos dice ¡Ánimo!, Dios consuela, como dice Jesús, dichosos los que lloran porque serán consolados. También Dios Consuela a los que toman su yugo, venid a mí todos los que estén fatigados y agobiados y Yo los aliviaré. No nos olvidemos de dar consuelo al triste, es muy importante para Dios, debemos llorar con los que lloran y reir con los que ríen. Porque Dios nos consuela para que nosotros podamos consolar. Dios premia a los que sufren con paciencia.
Pasa la Consolación y viene la desolación, esto se usa mucho para el discernimiento de Espíritus, especialmente en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Pasa la Desolación y viene la Consolación, en la Desolación acudamos siempre a la Oración, esa llamita de fe que queda prendida, nos dá fuerza para seguir, caminando por la vida.Demos gracias a Dios en la desolación, eso es fuente de gran consuelo.
Espíritu Santo Tú que eres la Consolación misma, consuélanos, por la muerte de algún familiar o amigo cercano, te lo pedimos por la poderosa intercesión de María Tú Amadísima Esposa.





Adrián Prunotto.