Por favor, hermanas y hermanos, no discutamos, que la mayoría de las discusiones vienen de cosas estúpidas o sin importancia. No peleemos porque las peleas pueden llevar a pecados graves, golpes, homicidios, etc.
Las discusiones o peleas generalmente se originan, porque venimos con una bronca de antes sobre esa persona, por lo tanto perdoná, las agresiones contra vos, de corazón y amemos a las otras personas especialmente a las que nos han hecho daño.
Oh, Señor enséñanos a perdonar de corazón al prójimo, para que después no haya peleas o discusiones, gracias Jesús, gracias María.
ADRIÁN PRUNOTTO
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