María, María de Nazareth, a quién Dios le dio una sensibilidad única, para ser la Madre de su Hijo, ella solita, sí la Mamita Virgen solita acompañó la subida al Calvario de su Hijo , con la Cruz a cuestas, por un momento sus miradas se cruzaron, Él todo ensangrentado, le dió una mirada de Amor y Confianza, y Ella pobrecita le dió otra mirada de Amor, pero mezclada con Dolor, no podía ser de otra forma, ella era Madre y ver sufrir a su Hijo así, le dolía profundamente y no podía expresarse de otra forma, era una mujer muy sensible, como dijimos antes. Y luego acompañar a su Hijo en la Cruz, viéndolo agonizar ¡Qué espantoso!, sobre todo el momento en que Jesús, mi Amado Jesús, grita a su Padre ¡Dios mío, Dios mío,¿porqué me has abandonado?! aquí María tembló de pavor, cómo su Hijo se sentía abandonado por Dios, que fué Él que le dió la Vida, pero luego esto pasó y Mi Amado Jesús, dijo "Todo está consumado" y reclinado la cabeza y con un fuerte grito expiró.Al morir Jesús, María sintió que le clavaban la séptima espada a su Puro Corazón, y gracias a Dios fue la última....
María, danos fuerzas, para estar presentes en el fallecimiento de nuestros padres, hermanos, familiares y amigos, gracias María Santísima por haber estado al pié de la Cruz, de allí nos das la fortaleza del Espíritu Santo. Gracias Mamá.
ADRIÁN PRUNOTTO
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