Dos Banderas

Imaginemos a dos Reyes, uno Dios Santísimo y el otro Satanás, contrario a la naturaleza humana. Este tiene sus huestes en Babilonia la ciudad del pecado y en ella impone su bandera, para que todos los hombres lo sigan. Dios en cambio pone su bandera en Jerusalén y está listo para la guerra, porque hay una guerra que continuará hasta el fin de los tiempos, hasta la Parusía o fin del Mundo y llegada de Jesús Todopoderoso a juzgar a todos según sus acciones.
Satanás, tienta a sus seguidores con dinero, que es la forma más fácil de apartarse de Dios; también los tienta con el honor, dado que por éste somo adulados, servidos y admirados y por último los tienta con la soberbia, que es mirar a todos como si estuvieran abajo nuestro.
En cambio los seguidores de Dios, son pobres no solo de cosas sino de corazón, o sea ataca al avaro con la  pobreza, también los seguidores  de Dios, son humildes en contraposición a los honores y soberbia que ofrece Satanás, Dios quiere que todos, todos seamos Santos y eso se logra a través de la humildad probada, teniendo como ejemplo a Jesús. Que la Santísima Virgen María, nos ayude a seguir la bandera de Dios. Amén.





Adrián Prunotto