Queridos hermanas y hermanos hoy vamos a tratar el tema de la humildad, basándonos en el Nacimiento de Jesús¡Qué humildad!¡Qué humillación para Todo un Dios nacer en un establo entre animales! Cómo se habrá sentido de impotente José y María guardaba todas estas cosas en su Corazón Inmaculado. Después del parto virginal sólo los humildes, los pastores y los Magos tienen el privilegio de verlo, los soberbios nunca pueden llegar a Jesús, es más, ni les interesa, pero la Misericordia de Dios lo puede todo.
Pero meditemos un momento, ante tanta humildad, como debemos actuar nosotros con Dios y nuestro prójimo, con humillación sintiéndonos menos que ellos, en relación a nuestro prójimo y en relación a Dios, humillarnos y si tenemos pecados graves confesárlos , y también los veniales para que no se hagan graves.
Pidamos a Nuestra Madre Santísima que nos ayude a conseguir la humildad, que tanto nos ayuda para nuestro camino hacia la Santidad. Amén
Adrián Prunotto
No hay comentarios:
Publicar un comentario