Queridos Hermanos y Hermanas, Dios nos creó para que fuéramos felices, en esta tierra y luego en la eternidad. Hay veces que no somos felices, porque estamos muy atados a las cosas materiales o porque tenemos muchas heridas que sanar, que Jesús Todopoderoso puede sanar. Pidámosle al Señor el desatarnos de las cosas materiales, incluso parientes y amigos, pero eso no significa dejar de quererlos, sino amarlos con el amor de Jesús, con las demás cosas debemos ser indiferentes, para lograr nuestro fin, amar, adorar y servir a Dios Nuestro Señor y por su intermedio, salvar nuestra alma. Así que digámosle al Señor que nos ayude para que seamos felices, alegres, cómo Él lo fue en toda su vida y pidámosle que desde el Cielo nos ayude, sin Él no somos nada. Gracias Señor. Gracias Madre Santísima por presentarle nuestras oración al Padre. Gracias.
ADRIÁN PRUNOTTO
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