Es uno de los Sacrementos, en el que el sacerdote con la autoridad de
Dios nos perdona nuestros pecados.Estos pueden ser graves o lo que
antes se llamaba mortales o menores o veniales.
Cada vez que
cometemos un pecado grave, tenemos la obligación de confesarnos, esta
obligación es moral, dado que la Iglesia sólo exige una confesión por
año.
Pero hubo y hay grandes santos que se confiesan todos los
Domingos en la Santa Misa, y hubo algunos santos de confesión diaria,
pero esto es una excepción.
En la Confesión el Sacerdote nos
perdona de todos nuestros pecados en el Nombre de Jesús y allí el
Espíritu Santo nos llena de Gracia Santificante, o sea para llegar a ser
Santos.
Hay que comprender que no les contamos nuestros pecados a
un Sacerdote sino a Dios Mismo, esto lo digo para evitar confusiones o
malos entendidos. Así que por favor mis hermanas o hermanos si hacen
mucho que no se confiesan, acérquense por favor al Confesionario
Es
muy importante el propósito de enmienda y el arrepentimiento sincero, y
la determinación a no volver a cometer más los pecados que nos
comulgamos, sin estas tres cosas la Confesión no es válida.
ADRIÁN PRUNOTTO
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