Los Siete Dolores de la Mamita Virgen

Los Siete Dolores de la Mamita Virgen

Primer Dolor- Las Palabras de Simeón

Cuando la Sagrada Familia, subió al Templo para presentar a Jesús y la Purificación de María, había en el Templo un hombre justo y piadoso, que hacía oraciones y ayunos constantemente al Señor, y Este le había dicho que no moriría sin antes ver al Salvador de la Humanidad. Pues sucedió que este hombre justo, llamado Simeón, se acercó y tomó al niño en sus brazos y alababa y daba gracias a Dios por el niño y todos se preguntaban que llegaría a ser aquél Niño-Y les dijo a sus padres “este niño será signo de contradicción y servirá para la caída y levantamiento de muchos en Israel””y le dijo a la Madre a Ti misma una espada te atravesará el Corazón, para que revelen los pensamientos de muchos en Israel” Y después dijo “ahora puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque ya ha visto al Salvador de Israel”

María Tu pobrecita, con esta sentencia que te dio el profeta, cómo habrás sufrido. Pero guardabas todas estas cosas en Tú Corazon, para después meditarlas.

Ave María.

Segundo dolor- La Huída a Egipto

Estando la Sagrada Familia durmiendo, un ángel se aparece en sueños a José, y le dice ”Levántate y ve con toda tu familia a Egipto, porque Herodes quiere matar al niño” José hizo lo que le mandó el ángel y con María empezaron a preparar todas sus cosas para partir a Egipto, en plena noche era peligroso por los asaltantes, pero Dios estaba con ellos y los protegía. Después se enteraron de la matanza de los niños inocentes de menos de dos años en Belén, realizada por Herodes. Y Tu Madre Guardabas todas estas cosas en tu Corazón.

Ave María

Tercer Dolor- La pérdida del Niño Jesús en Jerusalén

Subió la Sagrada Familia, desde Nazaret a Jerusalén, un largo trecho y Jesús ya tenía doce años la edad justa para empezar a estudiar la Ley, iban para la Pascua y cuando la fiesta terminó, regresaron a Nazaret, ya habían caminado un día cuando se dan cuenta que no estaba Jesús, empezaron a buscarlo entre familiares y conocidos y no lo encontraban y María y José regresaron a Jerusalén, al tercer día, lo vieron sentados con los Maestros de la Ley, charlando y haciéndoles preguntas. Tu Mamita te acercaste a El y le preguntáste “¿Hijo porqué nos has hecho esto? Tu padre y yo te buscábamos angustiados.” Y el les contestó ”Qué no sabían que yo debo estar en la casa de mi Padre”. Y ellos no entendieron la respuesta pero Tú María guardabas todas estas cosas en Tú Corazón.

Que angustia María buscarlo por tres días, sin saber que le podía haber pasado, es tu único dolor sin Jesús, sin tu hijo.

Ave María

Cuarto Dolor- María ve a su Hijo cargado con la Cruz

Allí venía Tu Hijo, cargando la Cruz, todo sangriento con las heridas de la flagelación abiertas, Y de repente ve una mirada cálida, de apoyo, de ayuda, era tu Mirada Madre Santa, tú no le soltabas los ojos de los suyos cinco segundos, pero bastó para darle aliento y fuerza para llegar hasta el Calvario.

Gracias Mamita Virgen por esa mirada de amor, que inundó el Corazón de Tu Hijo

Ave María

Quinto Dolor- La crucifixión, la lanzada y la Muerte de Jesús

Mamita tu estabas junto a María Magdalena y Juan, ante este dolor, pero nada llenaba la soledad de Tú Alma. Primero los gritos de Jesús cuando le clavan los clavos, luego cuando suben la Cruz, Tú Hijo todo rojo de sangre, luego expira con un fuerte grito y muere y luego viene la lanza que le traspasa el costado y al instante sale sangre y agua. Pero tengamos en cuenta algo muy importante, el legado que nos dejó Jesús, Tú Mamita Virgen. Gracias Jesús por decirle a Juan ahí tienes a Tu Madre.

Ave María

Sexto Dolor- Jesús es puesto en el regazo de Su Madre

Cuando bajaron a Jesús de la Cruz, lo colocaron en la falda de su Madre, María Santísima quedo toda roja de sangre de las heridas de su hijo y lo sostenía como cuando era chiquito .Tu dolor Madre , es inenarrable

Ave María

Séptimo Dolor- Jesús es colocado en el Sepulcro

Aquí Madre, habrás sentido una soledad enorme, Tu Hijo Dios, Muerto a manos de pecadores, Tú no con una espada como dijo Simeón, sino con siete espadas, tenías atravesado el Corazón. Madre Querida, te acompañamos en el Dolor o mejor dicho los Dolores y por favor ¡Ayúdanos en nuestros dolores!

Ave María.