Convertíos, porque el Reino de los Cielos está cerca, y así Juan bautizaba y la gente confesaba sus pecados (Mateo 3,2).
Esa
conversión consistía en una conversión interna, volviéndose a Dios de corazón y
externa con actos de caridad hacia los demás.
El
Reino de los cielos está cerca, esto no significaba el fin del mundo, sino la
venida de un Nuevo Orden para Israel y el mundo, esto es lo que trajo
Jesucristo.
El
bautismo consistía en sumergirse en el Río Jordán en una parte del desierto,
que era justo la parte donde entraron los judíos a la Tierra Prometida , este lugar
eligió Juan, y después de sumergirse les echaba agua arriba de la cabeza.
Y la gente le confesaba sus pecados y se iban
en paz, pero esta no era la confesión que instituyó el Espíritu Santo y que
realmente la gente queda limpia de su pecado ante Dios Padre.
Y
así se cumplía lo que dijo el Profeta Isaías, “Yo soy una voz que clama en el
desierto, haced rectos los Caminos del Señor”. Todo esto lo decía San Juan
Bautista con un inmenso amor, no con bronca cómo lo pintan los que no lo
conocen. Toda la Vida
de San Juan fue con un inmenso Amor para con el Padre, desde su concepción y
con un inmenso Amor para con el Hijo de Dios, también desde sus seis meses y
hasta su muerte. Fue un amante del Verbo, él que era toda acción. Vivió en el
desierto toda su vida, aunque no fue nunca de la Secta de los Esenios, dado
la cantidad de contradicciones que hay entre su vida y la vida que en comunidad
practicaban ellos. Toda su vida era de oración y sacrificio en el desierto pero
sacrificio que se dulcificaba por el Amor que tenía a Dios y la Esperanza que tenía en
Su Hijo.
Esto
lo ponemos como introducción, para que vayan perfilando ¿Quién es San Juan
Bautista?
Ahora
comenzamos desde su anunciación.
En
el Capítulo Primero del Evangelio de San Lucas, se cuenta el Nacimiento de Juan
el Bautista de la siguiente manera, Zacarías, era un sacerdote Judío que estaba
casado con Isabel y no tenían hijos porque ella era estéril y ya ambos eran de
edad avanzada. Y un día cuando él estaba en el Templo, se le apareció un ángel
de pie a la derecha del altar.
Al
verlo se asustó, más el ángel le dijo “No tengas miedo Zacarías, pues vengo a
decirte que tú verás al Mesías y que tú
mujer va a tener un hijo, que va a ser su precursor, a quién pondrás por nombre
Juan. No beberá vino, ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su
madre será lleno del Espíritu Santo y convertirá a muchos para Dios”.
Pero
Zacarías respondió al ángel ¿Cómo podré asegurarme que eso es verdad, pues mi
mujer es vieja y yo también?
El
ángel le dijo “Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quién he sido
enviado a traerte esta noticia. Más por cuanto tú no has dado crédito a mis
palabras, quedarás mudo y no volverás a hablar, hasta que todo esto se cumpla.”
Seis
meses después, el mismo ángel se apareció a la Santísima Virgen
comunicándole que iba a ser Madre del Hijo de Dios y también le dio la noticia
del embarazo de su prima Isabel.
Llena
de gozo corrió a ponerse a disposición de su prima para ayudarle en aquellos
momentos. Y habiendo entrado en su casa la saludó. En aquel momento el niño
Juan saltó de alegría en el vientre de su madre, porque acababa de recibir la
gracia del Espíritu Santo al contacto del Hijo de Dios que estaba en el Vientre
de la Virgen.
También
Santa Isabel se sintió llena del Espíritu Santo, y con espíritu profético
exclamó “Bendita Tu eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu
vientre. ¿De dónde me viene a mi tanta dicha de que la Madre de mi Señor, venga a
verme?”
Es
el único Santo que se festeja por su fecha de nacimiento y no de muerte. Su
fecha de Nacimiento es el 24 de Junio, seis meses antes del Nacimiento de Jesús
el 24 de Diciembre.
De
su infancia no hay ningún dato, en su Juventud y adolescencia vivió en el
desierto y se dedicó a la penitencia y a la oración después como a los treinta
años empezó a predicar y bautizar, vestido con un saco largo de piel de camello
y atado a la cintura tenía un cinturón de cuero, y comía langostas que en el
desierto de Israel eran muy comunes y llegaban a medir hasta cinco centímetros,
eran ricas en proteínas y era un manjar delicioso hasta para los reyes de
Babilonia y Persia, que la estimaban muchísimo. También comía miel silvestre,
pero no la miel de las abejas, como pensamos todos, ya que podía contener algún
ingrediente venenoso, sino la miel de los árboles su savia, especialmente de
las Palmeras. Aunque Lucas diga en su Evangelio, no tomaba vino, ni bebida
embriagante alguna, esto lo decía, cómo una virtud de estoicismo que Lucas
ponía para agrandar la figura del Profeta, Juan podía haber tomado vino e
incluso alimentarse con la comida que le llevaban las mujeres que lo seguían.
Por que lo seguían un montón de discípulos llamados los Joaninos
A
Juan le preocupaba sobremanera la venida inminente del Reino de los Cielos y él
fue la bisagra entre los Patriarcas y Los Profetas y El Reino de los Cielos, o
sea entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. La Venida del Reino de los
Cielos era nada más ni nada menos que Jesús, que comenzó el Reino de los Cielos
aquí en la Tierra
con grandes Milagros y una prédica de Amor, Paz y Salvación, al contrario de
Juan que era “una voz que gritaba en el desierto”, Jesús vino a traer la Paz , el Amor, la Concordia entre todos
los hombres, hasta el Perdón a los enemigos, cosa nunca dicha ni pensada por
Juan, éste decía el que tenga dos túnicas que dé la otra, y Jesús decía si te
piden tu túnica dásela y aún más ,”ve da todo lo que tienes y ven y sígueme”.
Según
el Evangelio de Juan, los judíos desde el Templo de Jerusalén, le mandaron
sacerdotes y levitas para preguntarle quién era- Eres tu el Cristo, le
preguntaron, No, no lo soy dijo él, eres Elías, no, no soy Elías, eres tu el
Profeta, no no soy el Profeta, ¿entonces, quién eres? Soy una voz que grita en
el desierto, rectificad el camino del Señor, cómo dijo el Profeta Isaías. Y no
era solo eso, era el único hombre nacido sin pecado original, ya que estaba
lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre. Así que la única mujer
nacida sin pecado original es María Santísima y el único hombre es San Juan
Bautista. De él dijo Jesús , es el hombre más santo nacido de mujer y el menor
en el Reino de los Cielos es más santo que
Juan y éste es Jesús de Nazareth, el menor en el Reino de los Cielos,
eso habla de la extrema humildad de Nuestro Señor.
A
los publicanos y fariseos, les decía raza de víboras, ustedes dicen que son
justos porque son hijos de Abraham, yo les digo que de estas piedras Dios puede
sacar hijos de Abraham, todo árbol que no da fruto bueno, es cortado y echado
al fuego o sea a la Gehena
(Infierno), y con esto se refería a las obras buenas, que explica Lucas en su
Evangelio, la gente le preguntaba a Juan, ¿Qué debemos Hacer? Y el les respondía
el que tenga dos túnicas que de una, el que tenga alimentos que los comparta;
luego los cobradores de impuestos le preguntaban lo mismo y él les decía no
cobren de más, los soldados le preguntaban y él les decía estén conformes con
su salario y no culpen a inocentes. Pero cómo veíamos antes la enseñanza de
Jesús, es la del verdadero amor, a aquél que le haga falta una capa dale la
tuya, después con los cobradores de impuestos como Zaqueo, éste renuncia por su propia voluntad a la mitad de
sus bienes, que dará a los pobres, y a aquellos que ha cobrado de más les dará
el doble de lo que les quitó, a los soldados les hubiera dicho hagan caridad
con lo que cobran y ayuden a los culpables, mejorando el estado de las
cárceles, por ejemplo.
El
seguimiento de Cristo exige renuncias mucho más radicales y todas por amor,
paz, para anunciar la llegada del Reino de los Cielos.
En
Betania de Perea al otro lado del Jordán, estaba Juan bautizando y decía “yo
los bautizo con agua, pero el que viene tras de mi, es más grande que yo y yo
no soy digno de desatarle las sandalias”,”El los bautizará con fuego y Espíritu
Santo, separando el trigo de la paja y a esta última quemándola con un fuego
inextinguible , también predicaba la conversión de los corazones, cambio de
vida, ya que la llegada del Reino de Dios era inminente.
Como
ya dijimos esta llegada del Reino era el mismo Jesucristo y a pesar de todo
esto que dijo Juan el mismísimo Señor Jesús lo siguió por un tiempo después de
bautizarse, no como discípulo sino como observador de cómo hacía las cosas
Juan, la relación con sus discípulos, el bautismo de conversión que predicaba ,
ya que como Hombre que era necesitaba aprender a pesar de tener su parte
Divina. Y cómo lo llamaba a Él Juan el Bautista , “el más grande”, “la luz”,
“el cordero de Dios”, “el Preexistente”, “el Mesías””El Portador del
Espíritu”,”el Hijo de Dios”,”el esposo”,”el superior a todos”,”el que viene del
Cielo”, “el enviado””la Verdad ”,
nunca ha existido alguien más Cristológico que Juan, o más Cristocéntrico que él, sin embargo tuvo el orgullo de
tenerlo entre sus seguidores por el paso mas o menos de dos meses y luego
Nuestro Señor se retiró solo al desierto, dónde fue tentado.
Al
día siguiente ve a Jesús que venía hacia él y dice “He allí que viene el
Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo, Este es por quién yo dije
ahí viene el Hombre que es antes que yo, porque existía antes que yo.
Y
venía a Bautizarse y Juan le dice, soy
yo el que debe ser bautizado por Ti y quieres que yo te bautice , hagamos todo
tal cual debe cumplirse, habiendo sido bautizado Jesús, y estando en oración,
se abre el Cielo y el Espíritu Santo, se posó sobre El en forma de paloma y se
escucha una Voz “Tu eres mi hijo amado en quién me complazco”, pero todo esto
lo vió y escuchó sólo Nuestro Señor, por eso se explica que Juan estando
encarcelado manda algunos de sus discípulos a preguntarle a Jesús, ¿eres Tú el
que ha de venir o debemos esperar a otro?
Después
viene el encarcelamiento de nuestro querido Juan el Bautista.
Ahora
bien Herodes el Tetrarca, siendo censurado por Juan, debido a que se había
juntado con la mujer de su hermano Herodías y después de tantas cosas malas que
hizo Herodes, le agregó otra tomar preso a Juan el Bautista porqué su mujer lo
conminó a hacerlo debido a que lo gritaba por todos lados, “Herodes, estás en
pecado, por haberte juntado con la esposa de tu hermano Felipe””y tú Herodías,
estás en peor pecado por la misma razón”. Y Herodes, decidió encerrarlo en la
cárcel.
Nos
imaginemos al adalid de la libertad y la naturaleza en la cárcel, cuanto debe
haber sufrido entre cuatro pequeñas paredes sin sitio para hacer sus
necesidades fisiológicas y todo ofrecido por el Reino de Dios que venía, lo
único que le faltaba para quedarse tranquilo era saber si Jesús, verdaderamente
era el Cristo, el Mesías esperado por Israel y allí fue donde mandó a sus
discípulos a preguntarle y luego se quedó tranquilo al obtener la respuesta
“los ciegos ven, los paralíticos caminan, los mudos hablan y los posesos son
liberados”, esto fue como miel en el angustiado corazón de Juan.
Se
celebraba una fiesta en el Palacio de Herodes por su cumpleaños , y había mucho
vino y mujeres y hombres todos pecadores, y estaba Salomé la hija de Herodías y
Herodes, estaba excitado con ella, entonces le pide que baile, ella al
principio se rehusaba a hacerlo, pero como el libidinoso Herodes se lo seguía
pidiendo, ella fue a hablar con su madre y antes de eso Herodes le decía” te
daré hasta la mitad de mi reino, te daré todo lo que me pidas, pero por favor
baila para mí”.Ella bailó. Entonces Herodías le dijo a Salomé, quiero en una
bandeja de plata la cabeza de Juan el Bautista. Salomé fue a decírselo a
Herodes y este entristecido porque le tenía algo de aprecio, lo mandó a decapitar.
Le
trajeron a Salomé lo que pedía y ésta se lo dio a su madre, esta levantó la
sábana con que venía cubierto y vió su cabeza y se alegró.
Los
Joaninos pidieron el cuerpo para enterrarlo y Herodes se lo dio.
Tengo
que disminuir para que El crezca, fue tu último pensamiento de Amor.
Realmente
la Vida de San
Juan Bautista nos interpela a todos, su Amor por el Padre y por Jesús y por el
Espíritu Santo, no tuvieron comparación a lo largo de la Historia , el que venía de
una familia de sacerdotes, pudo haber tenido las comodidades que esta casta
tenía, pero no él no, él sabía que la clase sacerdotal estaba podrida por
dentro, lo mismo que el Sumo Sacerdote, los escribas y fariseos y se fue a
vivir sólo al Desierto, por Amor a Dios y siempre guiado por el Espíritu Santo a
quién el oraba todos los días, para ver los pasos a seguir, para saber la Voluntad de Dios en su
vida y ésta fue vivir célibe toda su vida, anunciar la inminente llegada del
Reino de los Cielos, bautizar y hacer cambiar de vida a la gente con su
prédica.
Este
fue nuestro querido Juan el Bautista, a él nuestras oraciones y alabanzas que
las tiene bien merecidas.
Ojalá
todos sigamos tu ejemplo. San Juan Bautista, ruega por nosotros.
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